Algunos integrantes (Parte 2)

Seguimos con la mierda esta:

stier: También conocido como el cabra. No está muy claro el porqué, pero las malas lenguas dicen que en su casa no hay leche de vaca sino de cabra. También se le conoce como el antimateria, esto se debe a que basicamente, le gusta vaciar las papeleras que se va encontrando por la calle y desperdigarlo todo por el suelo para fomentar la entropía en el espacio y de esta forma, acelerar la destrucción del espacio. Pero por ahora, lo único que ha conseguido es oler mal y tres órdenes de alejamiento. Suya es, la frase mítica; "Me voy a mi campo de calabazas", el resto de integrantes hemos tratado de dilucidar su significado pero aún estamos trabajando en ello.
Sólo tenemos la teoría de trípode que ya se escribirá en el blog más adelante.

kapil: Por desgracia, sabemos mucho de este personaje: emigró desde Alemania hasta Albecete a finales de la década de los 60, como medio de transporte utilizó el kapilmóvil, que luego plagió el Papa y creó el Papamóvil. Una vez en España estudió informática y en sus ratos libres programó el archiconocido Pikal 3.1 lo que le valió que le expulsaran de la carrera, se lo había ganado a pulso.
Desilusionado, se cambió su nombre de Casimiro Benítez del Albornoz a Kapil Nanguani Laxman para vengarse de toda la humanidad cada vez que alguien tuviera que escribirlo. En 1979, decidió crear una máquina que cambiase el flujo espacio-tiempo, se encontró un clip en la calle y construyó un condensador de fluzo, que luego fue plagiado en la película Regreso al futuro.
Apareció en Madrid, a 13 de mayo de 2007, empezó a tomar esteroides para desarrollar su potente musculatura y decidió que sería interesante entrar en Medicina por la gran cantidad de féminas que se encontraban. Ya ha causado estragos entre las zagalas y aún no son los exámenes.

xurro: También conocido como Alejandro o Alberto. Es un bárbaro de nivel 99 que lleva en la mochila su casco desintegrador. Existe una antigua profecía que apareció cuando xurro nació, dice así:

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Calcetín blanco,

zapato oscuro,

será maricón,

te lo aseguro.

(Nombela, 1989)

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Aterrorizado por la profecía decidió, a los 2 años, intentando ahogarse tirándose de cabeza a su bañera a la que previamente había echado polvos pica-pica, polvos mágicos, polvos refringentes, polvos de talco y polvos. Además de no morir, creció hasta metro treinta y dos y le salió barba de chivo. Desde entonces arrastra una gran depresión ya que siempre había querido ser el niño Jesús en el Belén pero siempre le tocaba hacer de José.

Proximamente, la parte 3.