jueves, 27 de marzo de 2008

Juego de ingenio 54 de 60: Caja Secreta

La apertura de la caja-puzzle que nos ocupa, Caja Secreta, no reviste una gran dificultad, en especial cuando, como suele ocurrir con muchos puzzles, se conoce la solución. Por ello, una vez obtenida la solución, vale la pena proponerse un reto bastante más difícil consistente en descubrir cómo se abre la caja sin manipularla, es decir, basándose únicamente en la observación atenta de la Caja Secreta. De este modo, si su interior escondiese un objeto frágil tendríamos la seguridad de que queda intacto. En el caso de Caja Secreta, las dos farjas parecen sujetar la caja bien cerrada, por lo que parece que nuestro objetivo consistirá en extraerlas. Sin embargo, esto no es así. A pesar de ello, las farjas no están simplemente para despistar a quienes pretendan abrir la caja ya que tienen una función muy concreta que al descubrirla nos permite averiguar simultáneamente cómo se abre la caja. ¿Cúal puede ser su función? La respuesta es ocultar alguna cosa, algo que si estuviera a la vista haría evidente la solución. Si se observa minuciosamente el objeto, se descubre que tanto las tapas inferior y superior como las dos tapas laterales de la caja son, al menos en apariencia, exactamente iguales. Sin embargo, al inspeccionar las tapas de los extremos se aprecia de inmediato que no lo son, ya que en una de ellas hay un corte innecesario.
Como algunos puzzles se basan en sucesivos desplazamientos de partes del objeto, quizás este corte pueda ser una indicación de que se puede deslizar una de las láminas longitudinales de la caja, o una parte de ella tal vez hacia nosotros o hacia un lateral. Sin embargo, se ve rápidamente que no se puede mover dicha lámina.
¿Es necesario algún paso previo? No, ya que no se trata de un puzzle de movimientos secuenciales (afirmación que sólo podemos hacer una vez resuelto el juego). Además descubrimos un corte idéntico en la esquina opuesta de la misma tapa, aunque tampoco permite ningún desplazamiento. Sin embargo, su presencia nos permite sospechar que las dos fajas situadas alrededor de la caja sirven de hecho para ocultar un extremo de la parte móvil de la lámina.
Si presionamos únicamente sobre las dos esquinas de manera simultánea con dos dedos, las piezas se mueven finalmente. El cajón se abre sin dificultad. ¡Ahora parece tan sencillo, tan evidente!

2 comentarios:

Al dijo...

Si.. seguro...
traete mañana el tuyo para comprobarlo

Anónimo dijo...

Explicalo mejor!